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Las emociones de la navidad

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Las emociones que traen las fiestas de navidad

En las fiestas de navidad es muy habitual que muchas personas comiencen un proceso terapéutico.

Las emociones se ponen a flor de piel en estas fiestas. Emociones tanto positivas como negativas se agudizan cuando se acercan las fiestas de navidad. Emociones de alegría, esperanza, buenos deseos…, pero también emociones de tristeza, soledad, agresividad incluso.

Las navidades se acaban y el nuevo año da comienzo. Te sientes con ánimos renovados para intentar hacer una vida diferente. Puede que los reencuentros con amigos y familiares han puesto de manifiesto asuntos incómodos que el trajín de la rutina cotidiana enmascaran, temas que impiden vivirte de manera más satisfactoria

No consigues superar la herida de la pérdida de un ser especial para ti. Sea porque la pérdida fue inesperada, que tambaleó los cimientos de tu vida, vivías a esta persona como un apoyo incondicional para ti, no concebías que esta persona fuera a faltar jamás, ahora no consigues recobrar ilusión por vivir.

Creías sentirte mejor, no sabes qué ha pasado en estos días que vuelves a sentirme igual de hundido que poco tiempo después de que ella faltara.Integrar la falta de un ser querido conlleva no solo tiempo, es necesario elaborar la pérdida, para ello es necesario atravesar las distintas fases del duelo y con ellas momentos de profunda rabia y tristeza. Quizás estés evitando sentir dichas emociones simplemente porque llevas una vida de intensa actividad, o por miedo a no creer superar la pérdida, te estás viviendo a medias y no consigues reponerte de ella.

Los conflictos familiares en la navidad

Otro tema que aflora en Navidad es el conflicto con familiares. A lo largo del año los contactos son escasos, si estos se producen, probablemente apenas nos encontramos o nos defendemos de que estos nos afecten.

Son los encuentros que se producen estos días los que nos traen a la memoria cómo han sido las relaciones antaño, cuando el afecto fluía en forma de favores, buenos ratos de humor, confidencias compartidas…hasta que se produjo el desencuentro.

Estos se producen por actos u omisiones con intenciones malinterpretadas, o por no haberte atrevido a expresar una opinión enfrentada a la del familiar, originando frustración, ó por diferencia de trato con otro familiar, provocando envidias.. de manera similar, estos conflictos se pueden dar entre amigos.

Si no has atendido este enfado, éste aflora repetidamente…en la mano de uno está, prestarle atención, experimentar las emociones negativas que dichos conflictos provocan y tomar la decisión de posicionarte frente a él, intentando dar una solución que te satisfaga personalmente.

En ocasiones es el anhelo de unión familiar ideal, tal y como lo reflejan las imágenes publicitarias por doquier, sobre ellas proyectamos una relación idílica, en la que todos se aman y lo expresan. Si lo que se echa de menos es la expresión del cariño mediante abrazos, se pondrá el foco sobre ellos. Podrás cuestionarte qué es lo que le ocurre a tu familia que la relación entre sus miembros no es así.

Qué ocurre que la comunicación entre vosotros es difícil, que no os contaís lo que os pasa y llenaís los encuentros con conversaciones vacías de contenido o comentando acerca de la vida de otros. Tus expectativas en estos encuentros se ven frustradas y sales de ellos con tristeza y con desamor por los tuyos.

Y vuelves a tu vida con el corazón algo más frío con la sospecha de que hay algo que está en tu mano que no estás poniendo en juego, por incapacidad, por no saber por donde empezar, por falta de claridad con lo que te ocurre.

Los nuevos propósitos de fin de año también agitan las emociones

O puede que te hayas topado con la escena ya conocida de fin y comienzo de año con propósitos renovados y caes en que no has cumplido con tus intenciones del año anterior. Y la falta de confianza en ti te invade, y con ella cierta apatía. ¿Qué te pasa que no eres capaz de cumplir con lo que te propones? ¿Será falta de motivación? Y si así fuera, ¿qué es lo que te tiene desganado?

Puede que tengas dificultades para contactar con lo que realmente deseas y te pongas metas que realmente no son propias sino intentos de imitación con la falsa creencia de conseguir con ellas una satisfacción, o que te pongas propósitos basados en obligaciones que poco tienen que ver contigo. O quizás te dices que lo que te ocurre es que careces de voluntad para llevar a cabo lo que pretendes y en realidad lo que pasa es que no encuentras los recursos personales para llevar a cabo lo que deseas.

Si de nuevo buscas cómo lo hacen los otros para hacerlo del mismo modo, probablemente no te servirá, pues es encontrando tu propia manera como conseguirás tener éxito en tu empeño.

Llevas tiempo viviéndote infeliz, las reuniones con amigos y familiares, el contraste de su alegría con tu tristeza, han evidenciado que te sientes culpable por ello, como si hubiera algo que no estás haciendo bien para sentirte así, para que no te salga celebrar como a ellos.

Durante un rato puedes comparar sus vidas con la tuya, lo que ellos han conseguido y tú no, si tienen pareja y tú no, si su vida en ella es más feliz, si tienen hijos y tú no, su nivel económico con el tuyo…hasta llegar a un punto en que sientes que lo que en realidad te ocurre es que has forjado un ideal de vida que poco tiene que ver contigo. O que te sientes poco dueño de tu vida, de que los acontecimientos te suceden sin ser muy consciente de cómo los vives.

Si te sientes identificado con alguno de estos aspectos, este es un buen momento para comenzar un proceso terapéutico; a lo largo del mismo pondrás consciencia de lo que realmente te inquieta, de tus dolor negado, de cómo acompañarte en él, de cuáles son tus verdaderas necesidades, de cómo proveerte de cuidados, de contactar con tu deseo y de cómo colmarlo.

De este modo tomar las riendas de tu vida, de que sea más placentera contigo y en encuentro con los que te rodean.

Rita Ruiz

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