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Libro de terapia: Leticia y el deseo de aceptación

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SENTIMENTAL:
LETICIA Y EL DESEO DE ACEPTACIÓN

Este artículo forma parte nuestro “Libro de Terapia”
Hola, soy Leticia. Soy una chica de 24 años. Vivo en Madrid y llevo acudiendo a terapia algo más de 1 año. Cuando empecé no sabia casi nada de lo que aquí os cuento. Realmente empece a ir porque me encontraba muy decaída y tenía muchos cambios de humor. Y también porque llevaba tiempo “jugando” con dietas y otras alternativas para adelgazar. No tenía manera de estar con gente sin sentirme retraída, y poco a poco estaba cada vez más sola y más rabiosa conmigo y con los demás. Os dejo algunas de las cosas que he podido ir descubriendo en este año de recorrido terapéutico.

Después de volver a mirarme al espejo sin retirar la mirada, veo que:

Deseo habitualmente tener lo que no está a mi alcance. Lo mío nunca es suficiente, siempre hay otra cosa que me haría más feliz, siempre hay otra opción mejor que la mía.

Deseo estar con personas que no estoy, ser atractiva para ellas, deseo ser otra cosa, ser más inteligente, tener mas cosas…, y entre medias maldigo lo que tengo sin poder descansar y disfrutar de ello.

Físicamente no me gusto. Tengo tantos defectos que no merece la pena mostrarme, exhibirme. Prefiero pasar desapercibida y no parecer prepotente luciendo algo que no hay. Pero a la vez me enfado conmigo por no enseñar lo que soy. Porque muy en el fondo siento que valgo la pena y me da rabia que nadie se de cuenta.

Voy por la calle mirándome y mirando a ver si me cruzo con alguien que sea mejor que yo, más guapa, más alta, menos gorda…

Cuando conozco a personas, sobre todo de mi mismo sexo, siento miedo de que puedan ser más atractivas, interesantes, que vayan mejor vestidas, que tengan una vida más “guay” o de que sean más sensuales o provocativas que yo. Me siento insegura en estas situaciones, me siento juzgada y enjuicio sin piedad para desmontar a mi contrincante. Me enfado con mis amigos si le ven mas interesante que a mi, sin le hacen mas caso…

Por ello tengo mis amigas, las de siempre, las que son inofensivas, o al menos entre las que yo me puedo manejar con seguridad. Me cuesta encontrar amigas nuevas. Me las cargo mucho antes de que sepa si son o no buena gente. Me las cargo por chulas, por tontas, por ingenuas, por listas…. Poco a poco, voy creándome más miedo, cada vez tengo más juicio y creo que ellas harán lo mismo conmigo.

Me acabo cansando de lo habitual. Necesito emoción en mi vida. A veces creo que me da igual amor que pelea, necesito intensidad. Si la intensidad, la emoción o los planes cesan, caigo en un abandono y un abatimiento difícil de sostener para mi. Pienso en cambios en mi vida, sueño con hacer y deshacer cosas…

Casi nunca puedo estar callada. Siempre digo algo. La gente no me entiende muchas veces.

Siempre he querido encontrar a alguien que me ame de veras. Cuando esto llegue voy a saberlo. Pero me da miedo que nunca llegue a pasar. Necesito mucho, pido demasiado y no se si hay alguien que pueda o quiera dármelo. Tal vez me estoy encerrando en una fantasía de soledad.

Mis relaciones me generan mucha dependencia. A veces haría casi cualquier cosa por mantenerme a su lado. Por sentir que me quiere, por sentirme deseada.

Soy ambivalente. A veces melancólica, eufórica, triste, artista, sensible, original, solitaria y dependiente. Soy blanca o negra.

De mi infancia, recuerdo soledad. A veces, un sentimiento de carencia y de pérdida que no se muy bien de donde viene.

Me entristezco con frecuencia. Permanezco largos periodos en auto aislamiento físico o al menos emocional. Me vuelvo distante y fría, intentando mantenerme alejada de toda emoción que acabe por derrumbarme del todo. A veces también lucho contra la depresión a través de una frenética hiperactividad que me mantiene ocupada y alejada de la sensación de vacío.

Tengo miedo a ser abandonada, olvidada, rechazada. Necesito ser especial para alguien, sentir que soy lo bastante importante para que no me dejen nunca. Cualquier gesto de rechazo, hasta el que entiendo por normal, me hace sufrir sin poder ponerle cabeza a pesar de entender que estas cosas pasan.

Me cuesta creer que me quieran, nunca me fío lo suficiente. Me cuesta creer en el amor, a pesar de que lo necesito.

Necesito serenarme con lo que tengo, con lo que soy. Entender la diferencia entre mis deseos y mis necesidades. Aceptar serenamente la insatisfacción de los deseos y diferenciar lo posible y real de la fantasía y la añoranza de lo idílico.

Quiero vivir el presente, sin dejarme llevar por la nostalgia del pasado ni buscar compensaciones imaginarias soñando con un futuro maravilloso.

Me gustaría estar en mi compañía sin pelearme.

Estar con otros y relacionarme de manera limpia y clara. Confiar en que me quieren a pesar de que no sea perfecta.

No está siendo fácil pero cada día me siento un poco más cerca.

Leticia

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Los artículos incluidos en nuestro ”Libro de Terapia” son narraciones reales de personas que han estado en terapia con nosotros y que han dado el visto bueno de transcribir a grandes rasgos en que ha consistido su proceso terapéutico