Terapia de pareja desde el análisis caracterial
Hablar de terapia de pareja de manera genérica es muy complejo. La pareja en sí lo es. En este nuevo artículo os explicamos un trabajo en pareja enfocado desde el análisis caracterial. Cuando estás acostumbrada a ir a terapia entiendes lo complejo del carácter y de los mecanismos neuróticos a los que estamos acostumbrados y que se dejan asomar como sombras de personalidad que se perpetúan una y otra vez, mostrando aquello que no podemos controlar y que se dispara a modo de rayo cuando nos sentimos amenazados.
La pareja es la relación en la que más mecanismos neuróticos se disparan y donde el carácter actúa de manera inconsciente.
Es muy habitual que la repetición del modelo relacional de la familia de origen tienda a repetirse y con ello que la pareja pase a ocupar un lugar y rol similar a la que ocupó el padre o la madre propia. Cuando esto sucede, los bucles se hacen infinitos y las salidas parecen desaparecer. en estos casos, acudir a terapia de pareja puede poner luz a estos enganches neuróticos y permitir que la pareja se deshaga de sus patrones familiares de relación. esto se hace con un trabajo personal sobre lo que a cada uno le sucede y desde la confianza en que, a pesar de no saber cómo, hay formas de hacer que aunque nos sean ajenas de primeras, pueden aportarnos mucha luz y una nueva manera de estar en pareja. romper patrones antiguos siempre conlleva abrirse a dejar entrar lo nuevo.
La persona siempre tiende a lo conocido, por eso se reproducen las relaciones parentales y las parejas guardan cierta similitud de carácter a pesar de nuestras reticencias a caer en lo mismo. Las parejas viene a terapia por primera vez, se quedan muy impactadas de comprobar y sentir que sus parejas (y sobre todo la manera en la que se relacionan) son muy similares a las relaciones que tuvieron con sus progenitores y a la que tuvieron sus padres como pareja.
En Escúchate Psicólogos Madrid tenemos una metodología de trabajo en pareja enfocada en poner consciencia a los mecanismos que aparecen en las relaciones de pareja y una vez hechos conscientes dar las pautas necesarias para ir revirtiéndolos.
Dejamos esta breve introducción al libro de Joan Garriga: «El buen amor en pareja» y les invitamos a leerlo si quieren profundizar sobre las relaciones de pareja y el carácter.
Joan Garriga «No sé si resulta necesario escucharse tanto. Me parece más importante escucharse bien, pero poco. Creo que se ha magnificado el asunto de que la pareja tiene que comunicarse. Para empezar los deseos y estilos de comunicarse de una mujer suelen ser muy distintos de los de un hombre. La mayoría de las mujeres sienten que los hombres no las comprenden. La mayoría de los hombres sienten que las mujeres no les comprenden… Y mi opinión es que es así, que no nos comprendemos, pero lo que me parece una solución es que dejemos de intentarlo. Es mejor no tratar de comprender lo incomprensible. También es un logro rendirse al misterio del otro. Además los pedidos de comprensión hacia el otro muy a menudo vienen de la propia dificultad de ofrecerla. Yo abogo por que la pareja se comunique bien, y eso significa: mirar al otro y respetarle; escuchar lo que tiene que decir, teniendo en cuenta que lo que tiene que decir el otro es, a veces, muy poco o muy distinto de lo que queremos escuchar; respetar que, a menudo, la forma de comunicación de la otra persona es el silencio o contar veinte anécdotas… Aceptar todo esto es, para mí, comunicarse bien. Por otro lado la comunicación genuina y buena consiste en ser y vivir como uno es a cada momento estando con el otro sin necesidad de enmascararse e inventarse un personaje. La verdadera comunicación es vivencia y convivencia. La comunicación ocurre siempre. Hablar sobre los asuntos, sobre lo vivido, no es verdadera comunicación, es meta-comunicarse y de esto no hay que abusar, porque entonces las parejas tratan de comunicarse entre comillas y se olvidan de vivir, de que ya son comunicación por el mero hecho de estar presentes. Como decían los teóricos de la comunicación, no es posible no comunicarse. En verdad en una pareja se sabe todo del otro, sólo que a veces prefieren hacer ver que no lo saben, o se pretende que debe ser diferente. En realidad resonamos tan profundamente con el otro que comunicar sería sólo transparentar lo que el otro ya sabe…»
Autora: Susana Gacituaga Espinosa